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viernes, 6 de abril de 2012

Competencias digitales en educación


Todos conocemos numerosos casos de docentes que amparándose en diversos motivos, especialmente la edad, no desarrollan la competencia digital con sus alumnos. Esto parece incomprensible, ya que viene recogido en las leyes educativas actuales, de hecho en la Ley Orgánica de Educación (LOE) se dice que las nuevas tecnologías se trabajarán en todas las áreas. A nadie se le ocurriría saltarse de este modo la legislación si se tratara de otras áreas como lengua castellana o matemáticas.

"El docente debe ser una guía para los alumnos"
La utilización de nuevas tecnologías en el aula ya no es solo una obligación legal, sino también social, ya que la Escuela no puede quedarse al margen del desarrollo tecnológico, pues de este modo se están fabricando analfabetos potenciales, al menos en un importante área de conocimiento, que sin duda seguirá ampliándose en los próximos años.

Además de los dos motivos anteriores para el uso de las TIC, el social y el legal, también hay que tener en cuenta la profesionalidad docente. Si las nuevas tecnologías, como está comprobado, son herramientas motivadoras para el alumno, parece lógico que se empleen en el contexto educativo. Pese a esto, es cierto que las TIC no son un fin en si mismo, sino una herramienta para alcanzar el fin y debemos tener claro que el alumno es en todo momento el protagonista del proceso de aprendizaje, no la herramienta tecnológica.
Las TIC son un recurso más del que disponemos y que aporta una mayor calidad al aprendizaje, siempre y cuando el docente las utilice adecuadamente, al igual que cualquier otro tipo de herramientas. Con las TIC el profesor debe adoptar un rol de guía, un “gestor didáctico” en el proceso de aprendizaje de sus alumnos, favoreciendo que adquieran aquellas capacidades requeridas en esta sociedad de la información.

Por ejemplo el Proyecto Escuela 2.0, impulsado por el anterior gobierno español, en el que se dotaba a un ordenador por niño está bien siempre que tengamos en cuenta que ese es el punto de inicio de un largo recorrido en el proceso de alfabetización digital.

Por todas estas razones, el profesorado, sino lo está ya, debe adaptarse a las nuevas tecnologías. Es necesario si se pretende que todos los colegios sean centros TIC, además de ser una responsabilidad ciudadana por la inversión económica en ordenadores. Por eso, somos los docentes los que precisamos de formación, nosotros debemos adaptarnos a las necesidades del alumno y no al revés.

Si comparamos la situación de nuestro país con otros del entorno, observamos que España está bastante por debajo de la media europea. Por ejemplo, si nos fijamos en los países nórdicos, referentes educativos en las últimas décadas, podemos comprobar cómo las nuevas tecnologías están incorporadas al ámbito escolar desde hace varios años. En países como Suecia, el 99% de los centros utilizan las TIC en el aula, e incluso, llevan a cabo proyectos pre-escolares.


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